¡Los trapos sucios se lavan en casa! 
¿Cuántas veces has escuchado decir a alguna persona que la ropa sucia debe de lavarse en casa?
Aunque parezca una frase antigua o anticuada o tal vez no te suene familiar, pero muchas personas han coincidido con el significado que se esconde en ella.
A través de nuestros abuelos o nuestros padres, heredamos enseñanzas muy sabias. Algunas veces las ponemos en práctica y otras veces solo nos hacemos de los oídos que escuchamos, pero luego olvidamos.
Hoy recordé que durante mucho tiempo, había un señor que decía mucho éstas palabras mientras daba su discurso en la mañana en una empresa. Así fue como poco a poco me fui familiarizando con ella, después la escuché de otras personas más.
Hoy decidí dar mi verdadera oponión e interpretación a lo que ellos querían decir.
“La madrugada de aquel quince de septiembre, me había levantado, quizá por la preocupación que tenía en mente, la cual era cantar el himno nacional en los actos de la escuela. Me había preparado con tiempo. Así de la nada me volví a dormir. Mi madre estaba muy enojada cuando me desperte. Ella me dijo que ya era muy tarde para que nos fueramos. Yo me puse muy furioso y me disgusté con ella porque me había regañado. Me fui enojado todo el camino, hasta llegar a la escuela. Al momento de pasar a cantar el himno nacional, me recordé que aún estaba enojado con mi mamá y me equivoqué al momento de cantar. Fui la burla de mis amiguitos ese día. Al crecer me di cuenta que si hubieramos arreglado el problema con mi mamá ese día o si yo hubiera puesto de mi parte o mi mamá, las cosas hubieran sido mejor”.
Ésta es una de las tantas razones por las cuales ésta era su frase favorita de ella. Doña Ana de 35 años quien era de las personas que era muy familiar con ésta frase. Así fue como fui entendiendo que tenemos que resolver nuestros problemas en el lugar donde se originan. Enseñarles a nuestros hijos que todo lo que se dice en casa, se queda en casa. Enseñarles a nuestros hijos que no importa si es un decir o si es un problema, que tengan esa confianza de hablar con nosotros para que no vayan allá con sus amigos a lavar sus penas.
Seamos esas lavadoras donde ellos laven sus problemas, sus sueños, sus anhelos, pero sobre todo ser ese oído fiel para escucharles como sus verdaderos amigos, aquellos que vamos a guardar sus más íntimos secretos.
Enseñémosles a lavar sus trapitos o ropa sucia en casa, en lugar de ir con el vecino. Probablemente el agua de ellos esté contaminada. (BelitoB)
Los problemas de casa, se quedan en casa; y los del trabajo, se quedan en el trabajo. No se pueden mezclar ambos, de lo contrario llegará enojado a su trabajo, y regresará enojado a casa, peleando con su familia porque no le fue bien en el trabajo, porque llegó enojado al trabajo.
Y usted ¿como relacionaría esta frase?
Comments
Nunca habia escuchado éste dicho y me alegro que lo haya leído!! Muy buena reflexión!
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Muchas gracias, eso nos hace seguir escribiendo cosas interesantes…
¡Bendiciones!